La tristeza, lo sé desde Éluard, está en el techo y es azul. La pena, sin embargo, es un manto negro que te arropa y atrapa, como bien representa Pilar Gómez en su monólogo. . La depresión profunda te postra en la cama, te come por dentro y por fuera. Es visible. Los demás tiran, pero no pueden con el peso.
La tristeza tiene un rostro más amable y perecedero. Sabes que está en el techo y es azul.
La tristeza tiene un rostro más amable y perecedero. Sabes que está en el techo y es azul.
También Verlaine sabía como amargarnos la vida:
... quand Sonne l’heure
Je me souviens
Des jours anciens
et je pleure...
Vete al pasado, mira al techo derramarse de azul. No hace falta más. Bonjour, Tristesse.
Cierra los ojos. Piensa en verde (lo saben hasta los de las cervezas). Adieu, Tristesse.
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