House: "No pregunto por qué los pacientes mienten, sólo asumo que lo hacen"
House y una compañera de trabajo dicen que todo el mundo miente. Especialmente los pacientes. Cuando lo someto a encuesta pública igualmente gana por mayoría absoluta tal aseveración. Es una perspectiva, sin duda. El paciente y el guión de la película guardan la sorpresa para más adelante. Te vas metiendo en su mundo, sus personajes tal y como te los presenta el autor, estableces conjeturas sobre el desenlace, pero de pronto, la historia da un giro.
A mí no me importa especialmente. La persona que tengo enfrente puede contarme la historia A o la historia B, en ambas será protagonista, y muy posiblemente an ambas repita papel aunque sea con matices más socialmente aceptables. Sólo sería importante si me centrara en la historia y no en el proceso, en cómo esto que cuenta le afecta a él, a su trabajo, con su pareja, con su familia, con sus amigos.
¿Está mintiendo alguien cuando dice?:
- Nadie me quiere, nadie es capaz de ponerse en mi lugar. Estoy fatal y ni se preocupan por saber qué me ocurre.
Podría ser simplemente una distorsión de la realidad, que sería más patológica cuanta más rigidez mantenga en su creencia. Pero la cuestión no es adivinar si es o no cierto, sino averiguar qué le hace pensar y sentir así, y cómo esto mismo le ayuda o no a afrontar el problema por el que llega a la consulta. Veamos distintas opciones:
Opción A: El psicólogo se empeña en desmonta la historia, pero sutilmente, con un diálogo socrático.
- ¿Y cómo sabe que nadie le quiere?; ¿Por qué tenían que preocuparse?; ¿Le ha dicho usted a esas personas cómo se sentía?,...
Opción B: El psicólogo se monta en la barca que le ofrece el paciente.
- Debe ser horrible que nadie te quiera, y peor aún, que nadie sepa lo mal que estás, y que ni siquiera sean incapaces de ponerse en tu lugar.
Opción C: El psicólogo piensa que esta misma estrategia la utiliza en su vida cotidiana, por lo que decide desmontar el juego.
- ¿Cuándo quiere llamar la atención de alguien significativo para usted suele hacer cosas de este tipo?
Opción D: El psicólogo no sabe cómo actuar y se dedica a consolarlo.
- Bueno, hombre, no estés triste, la vida es bonita, ya verás como encuentras a alguien....
Opción E: El psicólogo tiene una orientación relacional y aunque no hay ningún familiar en la consulta intenta contextualizar su afirmación en tal dirección.
- ¿Y cómo cree usted que se siente su esposa cuando le dice cosas así?
Opción F: El psicólogo es un discípulo aventajado de Albert Ellis.
- Vale, vale, muy bien. No sé por qué tendría que quererlo alguien, así que, ¿me puede decir cuál es su problema?
Opción G: El psicólogo es psicoanalista.
- Mmmmm.
Opción H de House:
- La vida es un asco y la suya es peor que otras. Aunque las hay peores, lo cual también es deprimente.
2 comentarios:
Hola Walden! Qué tal? Sólo opinar que me resulta raro que las personas que llegan a una consulta digan mentiras tal y como les convenga, a no ser que quieran ligar con la/el terapeuta (lo llevan claro) imagino que si usted tuviera que contarle a un terapeuta sus problemas con pelos y señales sería totalmente sincero, o igual no se sentiría seguro de sí mismo. Porque yo me pregunto cómo un psicólogo que tiene problemas puede ayudar a los demás. No veo House ni series americanas porque no tengo tiempo, pero creo que el guionista siempre va a buscar la atención del espectador inventando cosas que para nada se ajustan a la realidad. Esas series están bien para cuando uno está aburrido y quiere distraerse con algo que no es común y le resulta curioso. Por cierto, buena elección con la música, me gusta mucho, sobre todo por el tema que tan común es entre personas que siendo tan distintas entre ellas tienen por obligación que entenderse.Hasta otra y feliz navidad!
Hola. Gracias por comentar la entrada. Para mí lo trascendente no es si mienten o no. Como digo la cuestión es ver qué hacemos con la historia que trae.
Respecto a House y su modus operandi, creo más bien que lo que quiere decir es que se fía más del síntoma que de la queja y de la atribución que hace el paciente sobre su enfermedad. Tiene, efectivamente, poco que ver con la realidad médica en cuanto a esa capacidad de hacer todas las pruebas imaginables a golpe de petición. Pero como tantas otras, tal y como dices, me divierten. Igual que en la literatura, la música, etc., procuro aprender y otras veces, simplemente, jugar a lo que me proponen, sin más pretensiones que la de dejarme llevar para experimentar lo que el autor quiere compartir con el lector/espectador.
Un saludo, y que pases igualmente unas felices fiestas.
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