lunes, 26 de octubre de 2015

Contra el Agente Smith




Los otros días me encontré con un antiguo compañero de colegio. Lleva un par de años desempleado y ahora lo han llamado de un restaurante en las afueras de la ciudad para un contrato de fines de semana por el que le pagan a razón de cinco euros la hora. "¿Te acuerdas de fulanito?", me preguntó. "Sí, claro". "Yo me acuerdo mucho -me dice-, recuerdo que cada vez que se le partía una palmeta a un maestro, él venía al día siguiente con una nueva, a pesar de que justo él era a uno de los que más palmetazos le daban. Nunca lo entendí. Pero ahora me siento un poco así, no sé si me comprendes"



Decía Saskia Sassen, socióloga, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales de 2013, que la política empleada por el gobierno español destruiría a una de las economías europeas más fuertes de Europa, por favorecer la renta financiera frente a la estabilidad, y que eso iba a ser difícil de recuperar, puesto que su construcción -la de las industrias y empresas de alta calidad-, habían supuesto el esfuerzo de varias generaciones. Añadía, la inmoralidad que supone pedir continuos sacrificios a la población mientras se rescatan a fondo perdido con miles de millones a los bancos, causantes en buena medida de la situación que vivimos.

Efectivamente, estos años han supuesto un terrible costo en vidas humanas, en pérdida de horizontes, en consolidación de la precarización y de la pobreza como un instrumento imprescindible para aumentar la desigualdad social, en la que hemos pasado del puesto 15º al 4º de los países de la UE. Se ha duplicado el número de pobres entre 2007 y 2015, situándolo en más de tres millones actualmente, mientras que hay 21 personas milmillonarias cuya riqueza  conjunta asciende a 106.000 millones de euros. El gasto público en sanidad y educación se ha reducido en un 21% desde 2010. Según UNICEF, más del 30% de los niños en España y otros países como Rumanía y Lituania, viven por debajo del umbral de la pobreza,..

Pues bien, a pesar de ello en las encuestas sigue apareciendo el PP como primera fuerza en intención de voto. No es de extrañar pues, que cada vez que damos una charla sobre afrontamiento ante la crisis buena parte de las preguntas se centren en cómo convencer a los vecinos, a los amigos, a las personas que están a nuestro alrededor, de que hay que provocar un cambio, de que no podemos seguir trayéndole la palmeta de madera una y otra vez a nuestros verdugos.

Una amiga me comenta que vio mal en el debate de Salvados a Pablo Iglesias, que Albert Rivera lo llevaba mejor preparado y fue más contundente en el empleo de datos y que cosas como esas van  a determinar en buena medida el resultado electoral. Entonces me pongo a pensar en Rivera y me viene a la cabeza el Agente Smith, de Matrix, un programa infiltrado entre los humanos virtuales con apariencia igualmente humana, que se dedica a controlar cualquier rebelión.

Como en Matrix, una parte de la población es posible que se fije en lo entalladito que le queda el traje al Agente Smith y que otra sea consciente de cómo la máquina ha logrado colarnos a Rivera, perdón, a Smith.

El Ciudadano Smith vendría a ser como la palmeta esa que le traemos al maestro-torturador cuando había roto la anterior golpeándola sobre la palma desnuda de nuestras manos. Es una palmeta nueva, recién repasada por un afanado carpintero que ha redondeado a conciencia todas sus aristas y que casi te dan ganas de ofrecer voluntariamente tu otra mano o incluso un lomo para estrenarla.

No estoy seguro de que fructifique el esfuerzo en desenmascarar al programa o a los programadores, lo que sí sé es que necesitamos recuperar la ilusión. Aún con las fisuras y las dificultades, nunca he visto a tantas personas capaces y honestas luchando por el bien común. Algunas temporalmente en lugares diferentes pero con un mismo fin. Ni Iglesias, ni Garzón,  son Neo. Se equivocarán, seguro. Nos equivocaremos en el intento, pero estamos en Zion, debajo, porque se construye desde abajo, desde los cotidiano. Hemos visto las grietas y ahora toca cambiar. Neo eres tú.


miércoles, 10 de junio de 2015

AHORA EN COMÚN



Al régimen se le han abierto las heridas tras el 24M. Mayo no parece ser un buen mes para el sistema, se ve que la primavera produce urticaria sobre esa otra piel, la que tienen y la que, según Floriano, les falta. También ha dado lugar a un debate fundamental: ¿cuál debe ser la estrategia adecuada de cara a las generales?

Alberto Garzón se ha posicionado con claridad al respecto y ha planteado en tal sentido ante la Asamblea Federal de IU una propuesta que ha sido aprobada por una amplia mayoría. Muchas voces van en la misma línea, desde Anguita hasta Beiras, pasando por  medios progresistas y movimientos sociales. Todos le piden a PODEMOS que abra el paraguas, que tome nota de lo sucedido el día veinticuatro y se sume a la confluencia.

En muy poco tiempo, PODEMOS ha tenido la virtud de  crear marcos de debate impensables hasta hace poco, de crear referentes y posibilidades, de ponerle nombres y permitir identificar e identificarse y por lo tanto, de crear identidades alternativas. En ese lapso todo lo demás pareció de pronto viejo: las chaquetas, las poses, el discurso,... 

Podríamos decir que ha sido, en gran medida, el ariete que nos ha permitido ver que el muro no era inquebrantable y la cuestión ahora es si servirá también para tomar la Bastilla, esa pelota endogámica con la que han jugado un partido eterno el PPSOE, o si necesitaremos una suerte de unidad amplia como la que propugnan Garzón y otros. 

Los partidarios de crear una estrategia similar a la que ha tenido éxito en los principales municipios del país aducen que PODEMOS, en las autonómicas, sólo ha conseguido un 14% de votos, que, siendo importante, no se acerca al planteamiento de toma del poder que se hace desde el partido. Sin embargo, los dirigentes del mismo comentan que manejan datos que muestran que actualmente se da un empate técnico entre su partido y el PSOE, dato este reflejado también en la última encuesta de "El País".



Es ahora

Según Friedman, uno de los padres del neoliberalismo, cuya foto figura encima del lecho conyugal del matrimonio Aznar-Botella: "Solamente una crisis, sea real o percibida, produce cambio real". A estas alturas ya sabemos hasta qué punto esto se ha utilizado esta estafa para provocar una adptación a los nuevos requermientos del capitalismo. Se ha constuido un discurso que permite que  se nos robe la cartera y todavía estemos agradecidos a los  ladrones por dejarnos los pantalones al menos, visto que a otros los han dejado incluso sin ropa interior. 

Pero esa puerta no se abre en una única dirección. También nosotros podemos abrirla, lo único es que mientras ellos disponen de una cartuchera repleta, nosotros tenemos sólo una bala, si fallamos tendremos que pasar otra temporada larga y gris remando contra esta plaga de injusticias y encima a lomos de estos a los que "Jueces para la democracia" han designados como "la peor legislatura de la historia". Tenemos que apuntar bien.


El 99%

Las dudas pues, sobre el camino,  tienen que ver fundamentalmente con que hasta ahora, sin los votos de centro, o sea de indefinición política, ha sido imposible gobernar en este país. Es verdad que los humildes, los trabajadores, los expulsados, los que, en suma, sufrimos de una u otra forma las injusticias deberían ser conscientes de que cuando votan a los de siempre les están comprando el látigo al que les va a fustigar y parece que simplemente vociferando esa obviedad todo el mundo debería ir corriendo a comprarse el casco de la conciencia social y obrar en consecuencia. Pero lo cierto es que eso no funciona así.

De forma que PODEMOS optó por crear un nuevo escenario que disputara la tradicional vertebración derecha vs izquierda, un espacio, por otra parte,  en el que cuando miras a los principales actores, cuesta trabajo encontrar las siete diferencias  y si las encuentras en algún partido, ya ellos mismos se encargan  de colocarse en el borde del tablero, desde dónde únicamente se puede acceder a ver a la chica marcharse a París. PODEMOS, al igual que antes lo hiciera desde el Frente Cívico, Julio Anguita, o el movimiento Occupy americano con su "We are the 99%", utiliza una división diferente, más acorde con el proceso de despolitización que hemos sufrido todos estos años, o de identificación con siglas concretas: la de los de arriba vs los de abajo.

Para poder recoger ese sentimiento (y sus correspondientes votos), PODEMOS planteó un programa económico que hubiera firmado cualquier socialdemócrata de los años 80 -excepto probablemente los socialdemócratas de este país -, un programa básico, con lo mínimo que se puede plantear para no dejar la patria con la medalla de oro a la venta de Alprazolam para combatir la incertidumbre del día a día. Si Zerolo, honesto luchador por los derechos humanos fallecido ayer, hubiera tenido que defender una ley para permitir el matrimonio homosexual hoy en día, la caverna habría pedido su lapidación pública en Chueca. 

En esa misma línea de programa de mínimos, de rescate ciudadano, se han movido las plataformas que se ha presentado en determinados municipios, en las que se incluían muchas fuerzas dispares y que han tenido un éxito inesperado probablemente.

Así pues, no hay planteamientos esencialmente diferenciadores entre PODEMOS y el resto de fuerzas que han participado y quieren participar de un frente amplio, es sólo una cuestión de cuál es el mejor camino, por lo que no me voy a centrar en los contenidos sino en la parte del envoltorio, el vestido,  con el que deberíamos hacer esta travesía.

Es ahora, somos mayoría, ¿cuál es el camino?


Por muy bueno y justo que sea el programa no servirá de nada si al final no nos lo compran. Si echamos la vista atrás veremos consternados que casi todos los planteamientos que hizo Anguita y su equipo de colaboradores en IU sobre el tipo de construcción que se estaba gestando en Europa y hacia dónde nos llevaría, se han cumplido. Pero aquel discurso tan argumentativo como poco emocionante, no fue interiorizado por los que luego sufrirían las consecuencias de lo que en él se avisaba. Se convirtió en algo periférico y por lo tanto, sólo nos queda el consuelo de poder esgrimir el índice delante de caras ajenas repitiendo: "Te lo dije". 
Creo que la fórmula se parece mucho a lo que ya hemos visto que ha funcionado este 24M.

Aversión a la pérdida
 
Según el psicólogo Nóbel de Economía,  Daniel Kahneman, la votantes analizarán a unos y otros en términos de pérdidas y ganancias. ¿Cómo elegiremos: para ganar más o para evitar perder? Según sus investigaciones, tendrá más peso la aversión a perder que la promesa de ganancias celestiales.

 Recientemente una señora mayor a la que recomendé asistir a unos talleres me dijo que ya no podría ir, porque como había perdido el alcalde (del PP), los que han ganado iban a quitarlos todos. Le pregunté quién se lo había dicho y me dijo que fue en una charla del PP que tuvo lugar en un Hogar del Pensionista. Volví a preguntarle si no habían ido de otros partidos y me dijo que sí. "¿Y esos partidos dijeron que iban a suprimir los cursos de mayores?". "No", me dijo, "pero claro, ellos que iban a decir".

Digamos que el miedo activa mucho más rápidamente nuestra respuesta de supervivencia.

Para el sistema, desde este punto de vista, es mucho más fácil generar miedo frente a un enemigo concreto que frente a un colectivo heterogeneo.

Elegir el terreno
 
En Madrid, Esperanza Aguirre volvió a utilizar la estrategia habitual: señalar a un sujeto como rival (en este caso a Carmena) y repartir un panfleto con las barbaridades habituales para repetirlas desayuno, almuerzo y cena. En este caso, la elección del rival servía para matar  dos pájaros de un tiro: restar posibilidades al PSOE y descuartizar a un rival menor, una especialidad carroñera de la casa. Para sorpresa de su partido,(como creo que ella como sólo se escucha a sí misma no se daba cuenta), Carmena no dedicó demasido esfuerzo al rifirafismo, más bien lo desmontó de un plumazo con un par de frases que desnudaron sin acritud la actitud ponzoñera de su adversaria.

Creo que no sólo Esperanza Aguirre no se había leído el programa de "Ahora Madrid", probablemente buena parte de los que echaron el voto para esta plataforma tampoco lo habían leído. No hizo falta.

Sobre qué hablamos

PODEMOS ha establecido una estrategia para los pactos post 24M que podría servirnos de referencia respecto a otro aspecto esencial: quién establece el territorio.

La proclama básica de PODEMOS ha sido: hay que echar al PP de las instituciones. Esto sitúa al PSOE en una posición difícil puesto que si pudiendo echarlos permite que sigan estarán traicionando su discurso de izquierda regeneradora y si ayudan en aquellos lugares en los que no van a gobernar ellos a otros para echar a los del PP, estarán situándose en el terreno propicio para que los populares los acusen de radicales, por lo que el añorado paquete de centrovotantes podría desplazarse hacia la miserable zona tranquila.

No es que eso no lo hayan dicho también otras fuerzas de izquierda, es simplemente que a PODEMOS se la escucha más ahora.

¿Quién tendría más fuerza para establecer un marco: PODEMOS o AHORA EN COMÚN? 
 

El empoderamiento
 
Si la estrategia se limita al horizonte de las generales corremos el riesgo de que resultados no esperados acaben con la energía e ilusión depositadas. 

Recuerdo la gran confluencia de movimientos, partidos e independientes que se aglutinó en torno al referéndum anti-OTAN. Aquello supuso una frustración terrible, la primera al constatar la tración sin ambages del PSOE y la segunda en el resultado del referéndum. De aquella lucha surgió en gran medida IU, pero aún tengo en la retina el sentimiento de pérdida colectiva.

Estos meses de lucha que nos esperan serían un desastre si se consumen en masticarnos los intestinos unos a otros intentando convercer al de enfrente. No sé si sobreviríamos a ese proceso. Ya el mero hecho de presentarse sí o sí en muchos ayuntamientos, agrupándose como fuere, sin estructura ni condiciones suficientes, sin formación a veces adecuada, ha producido un desgaste que va a pasar factura en lo que queda por delante. No sería justo perder la referencia esencial de para qué estamos aquí, que debería ser un poco como suele decir Teresa Rodríguez, de paso hasta volver a nuestro sitio, con nuestra gente, no para alejarnos hasta llegar al limbo de los retóricos. No debimos sentarnos nunca en el sofá, pero ahora que nos hemos levantado deberíamos centrarnos en construir espacios que nos ayuden a disfrutar del otro, de la otra, de la calle, de nuestro barrio. Desde el sofá el barrio queda lejísimos.

Lo que han llevado a cabo las mareas, partidos y movimientos de distinto tipo en Galicia, Asturias, Aragon, País Valenciano, Barcelona, Madrid, etc. ha sido fundamentalmente un ejercicio de empoderamiento colectivo. El reparto de tareas, la falta de medios, la imaginación desbordante que da la ilusión por una sociedad más justa, la alegría de compartir,.. todo ese espíritu que en Chile ganó el NO a Pinochet frente a la campaña del miedo, que nos saca del mullido run run de los perdedores, todo eso que se presenta ahora delante de nosotros, tenemos que saber hacerlo crecer. Esa es nuestra tarea esencial.

Es Ahora, sí, Ahora en Común.




viernes, 15 de mayo de 2015

15-M: La primavera como instrumento de cambio








Hace cuatro años, una tarde de sábado me llamó un amigo para preguntarme si cogíamos el tren y nos íbamos a la acampada de Sol. Lo preparamos todo en diez minutos, pero a última hora un imprevisto nos dejó en tierra, siguiendo desde la distancia por streaming y a través de las redes socials todo aquel proceso tan sorprendente e ilusionante.

En poco tiempo, cientos de plazas de todo el mundo se contagiaban, igual que la nuestra se había contagiado de otras más al sur. La indignación fue tomando la forma de un grito colectivo, el único con capacidad real de transformación, y la ilusión y el deseo de unirse al proceso, de volver a una batalla común y necesaria, se apoderó de muchos de nosotros hasta transformarla en militante realidad.

Hoy el paisaje ha cambiado, el efecto de aquella concentración sigue presente en nuestras vidas en muchos sentidos, no me voy a extender en ello ahora, algunos de esos cambios los refleja muy bien uno de los partícipes de aquella primavera (http://www.eldiario.es/interferencias/15M-aniversario-politica-futuro_6_387471280.html). Desde el sistema hasta los anuncios de publicidad, han intentado -y en muchos sentidos lo han conseguido- fagocitar la estética para desviar el contenido, pero no han podido volver a meter en sus casas a aquellos que un día se atrevieron a salir. Y ahí estamos, en la lucha.

Cuando alguien me pregunta en la consulta si "lo suyo" (ansiedad, depresión o preocupaciones por determinados problemas vitales)  tiene arreglo, yo suelo decirle que sí, seguro, que va a cambiar, bien fruto del paso del tiempo, bien porque se implique en la tarea. La diferencia estará en que en el primer caso no sabrá por qué y en el segundo tendrá una herramienta para no volver a recaer en el futuro o manejarlo de una forma más eficaz. De la misma manera, mayo de 2011 sirvió para que muchos se dieran cuenta de que había una herramienta que tenía más que ver con el crecimiento colectivo que con el crecimiento personal, con la solidaridad que con el sálvese quien pueda, que la ilusión es  una emoción antagonista al miedo y al desánimo y que crece cuando sientes a alguien cerca de ti, que no te deja caer o que te tiende la mano cuando lo necesitas.

Tres años antes, al iniciarse la crisis había escrito un post sobre el intento de obnubilación al que estábamos siendo sometidos, aquel proceso alienante por el que por un lado veíamos al mundo desplomarse y por otro a los políticos de turno negándolo todo (http://historiasymentes.blogspot.com.es/2008/10/crisis-what-crisis.html ). No tardamosen sufrir con intensidad la verdadera cara de la estafa, esa vuelta de tornillo para resituar la periferia alrededor de un país llamado "mercado", un centro etéreo sin fronteras conocidas, ante el que veíamos -y vemos-  postrarse a los vasallos a los que un día les dimos la oportunidad de traicionarnos.

Después de aquella excursión frustrada al centro de la indignación, mi amigo y yo no nos perdimos ninguna más. Seguimos militando en ese lado tan necesario del fortalecimiento de las bases, de la creación de estructuras, del empoderamiento colectivo,.. Un espacio imprescindible, en el que los cambios son lentos  y los avances se intercalan con las pausas y los retrocesos.

Hubo una presencia física allí, en aquella y otras muchas plazas, y hay otra, menos tangible, que aún permanece en nuestras mentes y que nos lleva una  y otra vez a ese escenario, al de la alegría de vernos y sabernos juntos.

Que nos cunda.