martes, 6 de julio de 2010

Et l'aurore va dissiper la nuit

" Je dis à cette nuit : Sois plus lente ;
et l’aurore Va dissiper la nuit."
Lamartine. Le lac.




En enero de 1898, Emile Zola publica en el diario L’Aurore un alegato defendiendo la inocencia de Dreyfus, un capitán de 35 años, judío, acusado de alta traición, al que se condena a cumplir cadena perpetua. Zola desmonta la trama conspirativa que dio lugar a dicha sentencia. A consecuencia de de esta carta, el escritor es juzgado y condenado al exilio.

Siempre he tenido en mi mente esta carta que leí en mi adolescencia. Era un referente del papel de los intelectuales en las sociedades que no tienen más elementos de control que el de las voces que quieren clamar contra las injusticias.

Muere Benedetti, muere Saramago. Apenas hay alguien que levante la voz. Los intelectuales orgánicos del sistema campan a sus anchas. Los que se atreven pueden acabar como el autor de Gomorra, o bien, en el extra-radio, presentados como discursos anacrónicos y pintorescos.
Leo la entrevista a Roberto Saviano, en El País:

P. Si pudiera volver atrás, ¿escribiría otra vez Gomorra?
R. No. Y no por las amenazas, sino por todo lo que trajeron consigo: el comportamiento de los editores y de muchas personas cercanas. La solidaridad es sólo una palabra.

Desempolvo el “Informe Petras”. A mediados de los años 90 James Petras, miembro del tribunal Russell de los Derechos Humanos, aclamado sociólogo de la Universidad de Nueva York y antiguo colaborador de Chomsky, pasa unos meses en Barcelona, realizando una investigación bajo los auspicios del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) . El estudio trata sobre el proceso de “modernización” de España a través del gobierno de Felipe González.




“Esta era la nueva España moderna: trabajadores retirados jugando al dominó de lunes a viernes y bailando pasodobles el fin de semana en los clubs de la tercera edad, y sus hijos trasegando cervezas en el margen de una vida sin futuro”

Más atrás en el tiempo, me encuentro leyendo clandestinamente ( a pesar de estar ya en democracia) un libreto que, al igual que el ensayo de Petras, que finalmente el CSIS decidió dejar dormir en un cajón, acabó siendo “secuestrado”. Se trata de “El libro rojo del cole”. Una curiosa forma de educar el espíritu crítico que fue objeto de una censura tal que incluso al día de hoy es mucho más fácil encontrar todos los tomos de Enciclopedias que utilizaban nuestros padres para ser adoctrinados durante el franquismo, que este pequeño y modesto librito.

Parece que hay nada fuera del discurso oficial. No hay otro mundo posible. Incluso en psicología, el espíritu de nuestro tiempo sopla en la misma dirección. Las causas del malestar tienden a situarse dentro del individuo. Los libros de auto-ayuda, los cursos para el descubrimiento personal, los planes de estudio universitarios,… Todo tiende a descontextualizar el malestar. Me siento igual de culpable por tirar una botella de cristal en el contenedor de plásticos que por el malestar que siento al no saber manejar mi malestar. Si quiere saber cómo paliar su inquietud sólo tiene que darle al botón del mando a distancia. En pocos segundos encontrará las respuestas más adecuadas a su bolsillo.

Muchos de los problemas que veo en la consulta están salpicados del estrés que supone vivir en una sociedad en la que tu bienestar depende de tu completa disponibilidad, de tener los contactos adecuados, de militar en el sitio correcto, de transigir hasta que no tengas estómago, de racionalizarlo todo para que sea digerible, de comprobar que no puedes sacar tiempo para atender los problemas escolares o de conducta de tus hijos.. Personas con cargas de trabajos – o mejor dicho, de micro trabajos, basados a veces en proyectos sin respaldo- que no pueden permitirse renunciar a ese modelo sin temor a no volver a incorporarse a la rueda laboral. Personas que no encajan en modelos educativos homogéneos, en los que la apariencia de modernidad choca con la escasez de recursos reales que ponen a su disposición.

En los foros sociales en los que participo, como el Colegio de Psicología, intento que crucemos los tercos muros burocráticos que asolan a las organizaciones, para presentar alternativas sociales más sanas a la sociedad en la que estamos inmersos. ¿Puede alguna organización cuyo referente sea la salud mental estar al margen de esos mecanismos que generan individuos asilados, aislados de su propio proyecto vital?

¿Puede una militancia anónima, pagada con PayPal, en cualquier ONG on-line, mitigar la necesidad real y concreta de solidaridad y participación colectiva en proyectos de cambio?

La doble moral está ya cómodamente instalada. Con la misma boca con la que se protesta al conocer cómo se emplea el dinero público, se pregona abiertamente que se estaría dispuesto a formar parte de lo que se critica. "Pertenezco al Sistema de Secondigliano", dice el chico al pillar las chocolatinas del supermercado en un barrio napolitano, como justificación de por qué no paga. ¿Le resulta familiar?

Habrá que releer a Petras. He aquí algunos extractos, igual anima a leerlo entero.
Informe Petras, año 1995:

“….Los únicos parados por los que la clase media progresista se preocupa son sus propios
hijos. El aislamiento social de los jóvenes trabajadores refuerza su sentimiento de impotencia social
y confirma su punto de vista individualista.”

“Los hijos no suelen dejar el colegio por "necesidad económica"; la razón más corriente es el aburrimiento en la escuela, el deseo de ganar dinero para diversiones o el fracaso escolar. En comparación con sus padres, son
una generación "mimada" (dentro de la familia)…”

“Los barrios donde crecieron los jóvenes trabajadores ya no son el terreno de la movilización de
los debates sociales y la organización politica.
Hacia finales de los 80 y principios de los 90, las asociaciones de vecinos se habían convertido
en apéndices del gobierno socialista, que administran los clubs de jubilados y tienen poca vida
política interna. Sus padres, durante los últimos 70 y los primeros 80, eran activos en las luchas
vecinales por mejoras sociales en infraestructura, educación y un gobierno local responsable.”

“De aquí que el barrio no sea un mecanismo de socialización para introducir nuevos valores sociales de solidaridad sino, más bien, un terreno de encuentro informal para que los amigos se libren a pasatiempos
privados…”

“La decadencia de la cultura cívica del barrio alimenta el comportamiento "consumista privado"
que los jóvenes reciben a través de los medios de masas…”

“El rock mercantilizado, con sus surtidos estandarizados de chaquetas negras, pendientes y
peinados, brinda símbolos "externos" de "rebelión" que enmascaran la interiorizada conformidad
con un estilo de vida consumista e individualista.”

“Las políticas anti-laborales del régimen neoliberal, la movilidad de las corporaciones multinacionales y la nueva legislación laboral que facilita los despidos y los cierres patronales, han creado un sentimiento general de miedo entre los trabajadores jóvenes y mayores, entre los fijos tanto como entre los temporales. El
miedo ha reducido la disposición de mucho trabajadores fijos a comprometerse en huelgas a favor
de mejoras. En la mayoría de los casos, las huelgas tienen lugar contra nuevas pérdidas salariales o
de protección del empleo, o cierres patronales. Las luchas son a la defensiva. A falta de ataques
directos, la mayoría de los trabajadores se "bunkerizan" y tratan de "evitar conflictos" o consolidan
lo que han logrado. En este contexto, la mayoría de sindicatos y partidos políticos de izquierda ya
no ofrecen una visión de una sociedad alternativa a la pesadilla neoliberal.”