jueves, 25 de febrero de 2010

La estrategia del cangrejo (2)



La estrategia del cangrejo no trata, aunque pueda parecerlo, de un plan anti-crisis como el que pretenden distintos gobiernos occidentales, esto es, ir hacia atrás en derechos adquiridos. Ayer hubo en mi ciudad una manifestación y cuando estaban todos reunidos en la plaza se empezó a notar un horrible, pero familiar, olor a contaminación. La principal diferencia era la intensidad. Podías hacer un chicle de cloro con un par de aspiraciones. Igual pensaron: “Mira, ahora que hay tanto rojo juntito, al aire libre, podríamos aprovechar para…”

Vale, me centro.

Hace unos días recibí este correo de una paciente (le pedí permiso para publicarlo):

“… He comido mal, comida no dulces, pero ya hoy me dio el chispazo y me compré una tableta de chocolate y me la he comido enterita(con una fatiguita al final jaja no era muy chica, para no mentirte). No pensaba mandarte nada porque como te he dicho, de ánimo estoy bien, pero como que me estoy perdiendo ya un poco, así que prefiero prevenir lo que sea. No sé, me pasa como otras veces, que cuando me levanto estoy muy decidida, pero cuando llega la tarde ya me entra la neura.
(acostumbrada a comer allí -en un lugar en el que estuvo de vacaciones unos días- más cantidad y a picotear, pues ahora a todas horas tengo hambre).”

Parece que tenemos una especie de tendencia a volver a conductas que nos perturban. En realidad, se vuelve a conductas conocidas, familiares, independientemente de lo perturbadoras que sean. Si usted pretende eliminar una de ellas, pongamos comer compulsivamente, tenga en cuenta que seguramente habrá sido una compañera fiel durante la mayor parte de sus malestares. En lugar de llamar por teléfono a una amiga para contárselo, se daba el atracón. Viene a ser igualmente calmante, aunque luego se sienta peor si elige esta otra opción. Modificar este patrón exige, entre otras cosas, sustituir las respuestas que da ante esos mismos estímulos.
Si usted padece de “nolopuedosoportartitis”, si tiene baja tolerancia al malestar y a las frustraciones, le va a costar bastante, debería trabajar este aspecto previamente y asumir las inclemencias del temporal emocional y vital que azota a todo ser viviente. Sin eso, sólo buscará milagros y como sabe, los milagros están de capa caída.

Ha trabajado ya ese pequeño matiz de su personalidad y ahora quiere un cambio. Llega a consulta y en el muestrario de técnicas usted elige, por barata y atractiva, la estrategia del cangrejo. Bien. Quiere mejorar una relación o acabarla, eliminar los atracones, aprobar exámenes,… cualquier conducta que requiera una serie de pasos previos para llevarla a cabo y que usted se ha empeñado en conseguir por el atajo del deseo imperioso.


Alguien le hace un comentario sobre su delgadez, y empieza el proceso de rumiaciones que conoce, no obstante, en esta ocasión supera la prueba, ¿Qué hizo?. Vaya hacia atrás paso a paso.

- Estoy que me subo por las paredes, ¡pero no como chuches!
- ¿Cómo lo ha conseguido?
- Porque no tenía chocolate en casa, ni mis chucherías habituales.
- ¿Y por qué no las tenía?
- No había comprado.
- No las tiene, no las come, ¿cómo consigue no bajar corriendo a comprar?
- Lo pienso, pero no lo hago. No me obligué a no ir, simplemente lo demoré y mientras, hice un poco de relajación y luego leí lo que había anotado sobre ventajas e inconvenientes.
- ¿Por qué tenía escrita una hoja con esas anotaciones?
- Porque cuando estaba mal no razonaba adecuadamente, ni admitía consejos externos, al anotar: “Seguramente tendrás ganas de romper este papelito, de dejarte llevar por lo que sientes,.. como otras veces, pero antes de hacerlo date un rato para leer las ventajas e inconvenientes de volver a lo mismo…” Me di cuenta de que me ayudaba.
- Pero, estando tan alterado es difícil incluso ponerse a leer.
- Por eso, primero hago un poco de respiración.
- Vayamos un poco más atrás…

Analizamos tramos del proceso. Las conductas son muy complejas, están repletas de pasos intermedios, de auto-instrucciones encubiertas, etc. Cuando se adopta esta perspectiva, la persona deja de culparse a sí misma, de acumular malestar extra, ese relacionado, no con la realización de la conducta, sino con el sentimiento de falta de control. Comprueba que cada “trozo” es susceptible de ser identificado, analizado, de planear la forma de llevarlo a cabo y valorar luego si fue o no eficaz.

Para poder hacerlo suele servir de ayuda situarse al final del camino e ir observando qué ha necesitado para llegar, cuáles fueron los obstáculos y cuáles las soluciones.

Es crucial darse cuenta de que en ningún momento nos centramos en cómo se va sintiendo, en las emociones negativas que aparecen. Eso lo trabajamos de otra manera. La idea no es “Como no me sentía bien…no pude controlarme”. Debe considerar la alteración emocional como otra conducta más a la que también le tiene que aplicar soluciones concretas, independientes de la causa a la que atribuye ese malestar. Si se ocupa de la causa, no se ocupa de lo que siente, luego no lo soluciona.

Tome impulso, camine hacia atrás.


viernes, 19 de febrero de 2010

La estrategia del cangrejo (1)



Ya hemos superado la cuesta de enero. Desgraciadamente, a estas alturas los luminosos deseos igual comienzan a oscurecerse un poco. Hace años estudié a fondo un fenómeno conocido desde el punto de vista psicológico: la distancia entre la intención y la conducta. Entre desear adelgazar y adelgazar, plantearse hacer gimnasia todos los días y hacerla, jurarse estudiar todas las tardes y ponerse a ello, etc. El rendimiento sigue una curva descendente, como una flecha lanzada con ímpetu.
Veía al ratoncito del experimento correr como un poseso los primeros 5 minutos en su laberinto curvilíneo, para ir decreciendo su ritmo sin sentido hasta quedarse parado, diría que meditabundo y desorientado, o si quiere, desmotivado.

“Le he dicho que si aprueba en junio le compro un Ferrari”. Si a mí me dijeran que si subo el Everest en un plazo de siete meses, me regalaban una Canon 5D, empezaría a correr montaña arriba sin bufanda,… ¿Sería un fracasado para usted, que me hizo la promesa-zanahoria, si no lo consigo? ¿Los dos dábamos por hecho que los veinticinco intentos-fracasos anteriores fueron fruto de mi escasa “voluntad”?

Una de las tareas de la psicología consiste en descifrar ese misterioso camino que va del claro al oscuro sin aparente explicación. Para hacer frente a las dificultades observadas utilizamos algunas técnicas. En mi arsenal tiene un lugar principal la estrategia del cangrejo.

El planteamiento es fácil, la ejecución no tanto, pero tiene un porcentaje de éxito bastante más alto que el simple deseo como medicina.

Lo mejor es que le permite identificar aspectos concretos y no centrar el éxito o el fracaso en su capacidad humana para llevar a cabo lo que se propone. Cuando esto es así las frustraciones que se acompañan ocasionan más daños que la mera no consecución de lo que se ha propuesto. Por ejemplo, hay una serie de personas especializadas en ponerse trampas de este tipo, a las que luego siguen etapas más o menos largas de descontrol, de entrega, de “total ya que…”.
Quiero adelgazar 20 kg. Dieta estricta tres semanas. Hambre a raudales y sueños con pasteles de Belén con mucha canela. Báscula, espejo y cinturilla del pantalón. Café con sacarina y todo a la plancha,.. Un día discute con su pareja por una nimiedad y se siente mal, entonces llega a la conclusión de que nada de todo ese inmenso esfuerzo ha merecido la pena, así que decide que “de perdidos al río” y se da un atracón…. sentimiento de culpa, abatimiento, autoestima en -3, cortar hilos de comunicación, enfado constante, atracones elaborados en el restaurante “totalyaque”,…

¿Le suena?

martes, 9 de febrero de 2010

Apaga y enciende



Cada año me prometo a mí mismo que me voy a pasar a MAC, ese ordenador que cuando le das a INTRO responde “Sí, amo”. Lo único que me frena es la cantidad de recursos terapéuticos que me brinda el equipo del señor Gates.
Si usted sustituye “escritorio” por “vida”; “interruptor” por “memoria”; “relojito de arena dando vueltas interminables” por “piense antes de actuar”, etc., comprobará cuán cercana está la realidad de la apariencia. Observe:

-“No puedo quitarme esto de lo cabeza” : Apaga y enciende
-“Llevo un mes fatal”: Restaure a un punto en el que se encuentre estupendamente.
-“Estoy muy estresado”: Elimine todos los objetos del escritorio que hace años que no utiliza.
-“Me encuentro vacío”: Aproveche la espera tras cada intro para meditar sobre el sentido de la vida.
-“No sé qué hacer con este problema”: Busque los controladores en otro lado porque Windows no puede hacerlo por usted: ¡madure ya!
-“Me siento sobrecargado con tantas demandas a mi alrededor": Ha abierto demasiadas ventanas en su vida, eso puede producir bloqueo (de hecho, es seguro que se bloqueará).
-“No entiendo muy bien qué es lo que me está ocasionando este malestar": Control + Alt + Supr, (observe lo que más lata le está dando y elimínelo).
-“Cada vez que parece que comienzan a ir bien las cosas, de pronto se tuercen de nuevo”: Pantalla azul, (¿cuántas necesita para que se decida a cambiar?)
-…

Algunos de mis colegas opinan que “el mapa no es el territorio”, yo creo que sí, que “el mapa es el territorio”: lo que haces es lo que eres. Hace unos días me comentaba un paciente:

-Tengo un chip averiado. Tiene que ser de fábrica. Pero la gente no se da cuenta, no sabe cómo soy en realidad, lo inseguro que me siento, cómo estos gritos y poses no son más que asustaburras para ganar espacio,..
-Sí, igual es un fallo del sistema… ¿qué le parece un “apaga y enciende”?
-¡Oh, fenomenal! No sé cómo no se me había ocurrido, gracias.


Gates and cia. van arreglando modulitos por entrega. Sus sistemas operativos tienen más parches en el alma que los sillones de mi consulta. Y para mí, que me gustan más las metáforas que a usted las bayas de Goji, estos aparatos falibles están llenos de ellas y me entrego al descifrado con más pasión que al descubrimiento del HDR.
La próxima vez que necesite ir a una consulta póngase delante del ordenador y déjese imbuir por la sabiduría oculta del pc (absténganse los de la manzanita).


Mac Vs PC En Español
Cargado por LKrieger. - Sitcom, sketch, videos cómicos y de comedia.

viernes, 5 de febrero de 2010

Antes



Me gustaría que no hubiera un punto exacto, un corte preciso, que la tierra no se hubiera hundido bajo mis pies. Que la distancia entre aquello y esto de ahora se hubiera cubierto de forma insidiosa, lenta, con tiempo para darme cuenta y reflexionar.

Me cuesta ligar los recuerdos y las imágenes de antaño con las emociones con que las experimenté. Son como películas sin voz. ¿Eras feliz cuando me abrazabas en esta fotografía del aparador? Busco algún gesto, una palabra, una imagen, datos inconexos, algo que pasara desapercibido. Luego me miro a mí misma. Me siento culpable antes de encontrar sentido a la culpa, antes de hallar, siquiera, algo por lo que sentir que te fallé y que fue ese descuido el que te condujo a ello. Después me irrito, primero conmigo, ¿por qué tengo que sentirme así? ¿qué he hecho yo, al fin y al cabo?, luego contigo. Me siento traicionada. Ninguna promesa ni petición de perdón ha podido alterar ese sentimiento. Ese carrusel de emociones me abate. Disperso las fuerzas, no me concentro, se me olvidan las cosas. Soy otra.

Escuchaba estas historias en las demás y trataba de aconsejar. Cuando recopilo aquellos consejos me doy cuenta de que todos estaban basados en el olvido. En seguir adelante dejando al tiempo encargado de manejar el sufrimiento hasta hacerlo desaparecer. Sin embargo ahora no creo que eso sea posible. No sé por qué ocurrió y no me sirven tus explicaciones. ¿Te ibas enamorando de la otra persona o era de mí de quien te desenamorabas?

Antes. Ya no encuentro complicidad en tus miradas. No la busco. Intento encontrarme en tus ojos que están llenos de preguntas, pero no de mí. Ya no.

¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué?,… no puedo abandonar ese pensamiento. Me canso de reconstruir hilos que aparecen desconexos sin razón aparente, algo que me haga entender y al fin, descansar. Vivo un duelo sin difunto.

Estoy aquí, en este despacho antes tan ajeno. Un desconocido que me mira y me escucha como si me comprendiera. No sé muy bien por qué; no sé muy bien para qué. Sólo soy capaz de describirme en mi estado actual, aquella otra persona vital y entusiasta que me cuentan que fui, no la recuerdo. No tengo fuerzas para dedicarle tiempo. Vivo en aquel único instante, retrocediendo al punto justo en que se produjo la división. Ésta que ves que te habla, que te escribe, este fantasma que transmite engañosamente vida, es sólo un disfraz.

Miro a todos esos muertos sepultados por el sitio que antes los acogía y siento ese mismo dolor quemarme las entrañas.

Probablemente hubo un momento en el que la ceniza no cubría el cielo, el que el viernes haría pompitas de ilusión de mi cabeza, en el nos podríamos imaginar sentados y desocupados cuidando de nietos, en el que nuestras mentes seguían su curso natural y fantaseaban con el devenir previsto. Probablemente. Antes.