martes, 10 de marzo de 2009

¿Quién soy?

¿Cómo se ve a sí mismo?. Si tuviera que describirse en una frase, ¿que diría?.
Elimine respuestas del tipo: “Soy buena persona”, esa ya la damos por sabida. Necesitamos saber algo más de usted, sea más descrptivo. ¿Qué frase pondrían sus amigos y conocidos?
¿Coincide la visión que tenemos de nosotros mismos con la forma en que nos ven los demás?. Posiblemente, poco.

Una herramienta básica para comprender esto es la “Ventana de Johari”. Se trata de un cuadro de doble entrada en el que en una parte aparezco “YO”, y en la otra “LOS DEMÁS”, cada una de ellas está, a su vez, dividida en “LO QUE CONOZCO” y “LO QUE NO CONOZCO” de mí, y “LO QUE CONOCEN” y “LO QUE NO CONOCEN” de mí.

Sería una cosa así:




Fruto de esta división aparecen cuatro posibilidades que se corresponden, simplificando, con lo que tanto yo como los demás sabemos sobre mí (yo abierto), lo que los demás saben sobre mí pero yo desconozco (yo ciego), lo que yo sé de mí, pero los demás desconocen (yo oculto) y lo que ni yo, ni los demás conocemos sobre mí (yo desconocido).

La utilicé mucho en formación ocupacional y la sigo utilizando bastante en la consulta. ¿Cuál es el tamaño de esa primera ventana?. Si es pequeño, seguramente los demás tendrán una visión muy superficial sobre nosotros. Si los demás son conscientes de un problema que usted presenta al que, sin embargo, usted parece completamente ajeno, estaremos hablando de su "Yo ciego".
De la cuarta ventana solemos ocuparnos los psicólogos. Por ejemplo, su silencio en las reuniones puede significar para los demás que es un arrogante, pero para usted, simplemente que no sabe qué decir. Cuando el psicólogo le pregunta por qué actúa así, usted puede responder que no lo sabe, que le gustaría participar más, pero no lo hace.

Otras opciones más del gusto del alcalde de Sevilla y de una amiga mía: la astrología. Un día –sé que era martes porque iba de rojo- esta amiga nos pasó a varios conocidos la carta astral. Posteriormente nos entregó el resultado: un tocho de folios que a mí me resultó impresionante puesto que parecía una versión ampliada de mi vida. Mientras leía observaba que entre los cientos de detalles recogidos, aparecía y desaparecía yo a ratos, como el Guadiana. Se lo comenté y ella me explicó que esas otras partes también eran Juan, simplemente eran un Juan desconocido para mí (o sea, que se movería entre las ventanas 3 y 4). El grupo de lectores de carta astral que estábamos reunidos nos mirábamos atónitos. ¡Cuánta sabiduría con tan pocos datos: fecha y hora de nacimiento! Luego nos intercambiamos los folios y ¡volvimos a tener la misma experiencia en cada una de las cartas astrales! Estábamos en todas y no estábamos en ninguna.
Me dirigía con prisa a la estación de autobuses un caluroso día de julio arrastrando una pesada maleta. De pronto vi que se acercaba un taxi entre la bruma de aquella calle desierta y casi lloro de alegría. Llevaba el letrero de “Libre”, así que me detuve y levanté la mano para detenerlo. El taxista hizo el mismo ademán, me saludó y siguió de largo, mientras yo observaba desesperado cómo desparecía en el horizonte. ¿Sería consciente de quién era en ese momento? Lástima que no hubiera trabajado más la ventana III.

3 comentarios:

Leonor dijo...

Hooola, Juan. Cómo recuerdo todo esto... Lo que no pones, sin embargo son las cosas que utilizábamos para trabajar esas áreas. A mí me ayudó mucho la observación, el juego ese ¿te acuerdas?, de adivinar ventanas en las conversaciones con los demás.

Otra cosa, a ver cuando pones algunas fotos, que después de tanto hablarnos a Toni y a mí de fotografía todavía no hemos visto ninguna.

Un beso. Lena.

Anónimo dijo...

El discurso del alcalde no tiene desperdicio.
Yo creo, walden, que ni el taxista ni el alcalde estaban muy seguros de quienes eran en esos momentos.

Anónimo dijo...

Yo he trabajado mucho esa técnica con grupos, es muy conocida. Lo que no sabía es que también podría utilizarse en la consulta privada.
A ver si cuentas un poco cómo lo haces que no me ha quedado muy claro en el post.
Gracias. Luis.