martes, 16 de junio de 2009

250 g de amor incondicional




La niña se acercó corriendo al padre, blandiendo exultante la hoja del examen con el notable alto señalado con un rotulador rojo alegría. El padre la pilló al vuelo. Miró la nota y con media sonrisa y un tono de decepción le dijo a su hija:



- ¡Muy bien, cariño!. Qué pena que no hubieras estudiado un poco más, seguro que habrías sacado un 10.

Y aquel sutil, invisible desencanto frena los brincos de manera inexplicable. Su padre le dice "muy bien", pero ella se siente "muy mal". ¿Cómo tendría que sentirse? ¿A qué parte del mensaje debería atender?



Sabemos por amplios estudios interculturales que todos los seres humanos, durante su infancia, para crecer sanos emocionalmente necesitan un kilo de amor incondicional. Si no es así se pasarán el resto de su vida buscando lo que les falta.





- ¿Y qué la trae por aquí?


- No lo sé muy bien. Me siento ... vacía. Nunca estoy contenta con nada del todo. La gente me consuela, me da consejos,.. Pero... parece que me falte algo.





El niño o la niña crecen pero están como incompletos. Tienen todas sus cositas: los dos brazos, las piernas, los deditos,.. Pero les falta algo. Cuando se miran al espejo se ven completitos, pero no es así como se sienten. Pasan a tu lado buscando el "10", intentando resarcirse de aquel notable alto que su padre certificó como un suspenso.

Sus amigos, e incluso sus conocidos, están encantados con ellos. No sólo te dejan el coche, te lo prestan con el depósito lleno. Te apetece darle cariño a raudales. A otros, quizás, invitarlos a una sesión de BDSM. Pero no hay forma, cualquier contrariedad hará saltar las alarmas y la señora tristeza aparecerá de nuevo en sus ojos.

El señor Millon tiene algún nombre para todo esto, pero yo estoy seguro que antes, en la mitología griega, este castigo divino tiene que estar catalogado, probablemente, en el sector de escarmientos ejemplares, apartado Sísifo: condenado a un esfuerzo estéril durante toda la eternidad.

Va a la frutería y pide un cuarto kilo de uva, pero ¿dónde compra 250 g de amor incondicional de papá?.

12 comentarios:

Barbarella dijo...

Como buena seguidora, escribo posts en tus entradas además de que me encanta hacerlo. En una comedia vi como colgaban en la pared los segundos y terceros premis incluso lo de "Gracias por haber participado". Esto me aportó muchísimo, el reconocimiento primero está en los unpapas y luego ya lo podré reconocer en el resto del mundo.
Un saludo Walden.

Walden dijo...

Gracias, Unamama. Efectivamente, el reconocimiento primero esta en los papis y mamis.
Yo también sigo las evoluciones de GranPequeña y me veo en los parques observando a mis pequeñinas.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Leyendo esto de pronto he encontrado algo de snetido a algunos de mis comportamientos. Me puse a leer el resto de post y me he dado cuenta de que bromeas mucho, asiq ue no se si en este caso tambien es en ese tono o si verdaderamente esto sirve de explición. Podrias aclararmelo, por favor.
Una a la que le falta un trocito.

Natalia dijo...

Ahora entiendo a tanta gente!!!

Hace poco tuve que convencer a mi mamá (profesora de matemáticas)para que deje un curso de alumnos muy difíciles. Ella estaba agotada pero el gran premio eran los halagos de la directora. Por suerte lo entendió y renunció pero me sigue repitiendo cada cosa que la directora le dijo.

Trabajo con niños de 3 años, donde la búsqueda de aprobación es lo característico de la edad.

Ya lo registro, cual receta, para tenerlo en cuenta para mis futuros hijos:

1kg de amor incondicional (este tiene que ser el más importante de los ingredientes).

Walden dijo...

Hola incompleta. Saber que puedes dejar de buscar el trocito libera mucho. Ponte este vestido, qué más da si es serio o está hecho de tela de broma barata.
Un saludo.

Walden dijo...

Qué tal Luz?. Yo creo que en los cursos de preparación al parto ya se deberían explicar la receta y los ingredientes.
Saludos.

Natalia dijo...

Los padres se excusan diciendo que no hay libros para padres. Es verdad que se aprende sobre la marcha, pero hoy tenemos mayor acceso a la teoría y a la consulta.
Yo sigo aprendiendo, veremos cómo me va en la práctica.

Ah! me hice la superada diciendo que entendía a tanta gente! No es que mis padres hayan llegado al kilo, como le decís a "incompleta", aprendí a dejar de buscar lo que me faltaba.
El tema es que me fui para el otro lado y ahora decepciono! jajaja!!!

Saludos!

Anónimo dijo...

Hola Walden, hoy me pongo por segunda vez en contacto contigo, siguen siendo inmejorables tus escritos, el último siempre supera al penúltimo. Es increible .... Me encantaría estar dentro de tu cabeza y reflexionar y pensar con esa pizca de ironía con la que atiendes tu vida y a tus pacientes, infundándoles tanta energía y tranquilidad, la de saber que te encuentras en buenas manos. Me alegra estar entre ellas y haber tenido el placer de conocerte y compartir contigo mis dudas, mis miedos, ... y ser capaz de ver a "mis ladrones de tiempo". Un saludo. Nos veremos la próxima semana.

Walden dijo...

Lo difícil es descubrir que ya no hace falta seguir buscando, aunque tus padres no llegaran a los 1000 g del todo.
Saludos Luz.

Walden dijo...

Eres muy amable, "anónimo", creo que abrumadoramente amable, así que seguro que es excesivo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y cómo hace uno para dejar de sentirse vacío?

Walden dijo...

En cuanto uno deja de buscar algo con que "llenarse" deja de sentirse vacío.
Un saludo.