miércoles, 23 de febrero de 2011

Golpes






- Mate en dos - avisé a Paco Daza, que masticaba la boquilla del Fortuna buscando un error en mi apreciación.

En la mesa de al lado, el octogenario Félix, metía el dedo una y otra vez en la taza del café en lugar de pulsar el botón del reloj, que estaba justo al otro lado. El pequeño antro frente a la estación de trenes estaba, como cada tarde, lleno de ajedrecistas, de humo y de frases desquiciadas dichas sin pensar en medio de partidas de ajedrez a cinco minutos. En la esquina, un televisor en blanco y negro avisaba de que un señor con tricornio y bigote estaba estampando balas en el techo del hemiciclo de los Diputados. Alguien nos sacó del ensimismamiento y todos nos quedamos durante un rato intentando entender qué ocurría. Diez minutos después, salíamos de estampida.


Con el paso de los años soñé que íbamos a la plaza de las Monjas, a manifestarnos, a enfrentarnos a los de las cadenas, a los de Fuerza Nueva, a los de Cristo Rey, a todos esos, en fin, que se empeñaban en cruxificarnos cada vez que nos veían pegar carteles en cualquier muro abandonado. Soñé con valientes que coreaban a mi lado las consignas de siempre. Pero la verdad, es que todos corrimos a nuestro escondrijo. A quemar libros, a enterrarlos, a meternos debajo de la cama con la radio, a ver el último atardecer desde el mirador de El Rompido, una playa atravesada por un río,..

Pasados los años los golpes han sido más precisos y silentes, han ido desmontando las ilusiones por cambiar, nos han alejado de las batallas necesarias hacia batallas periféricas, nos han aislado del debate político, hasta hacerlo parecer socialmente de mal gusto, capaces, en suma, de convertir a cualquier grupo reivindicativo en quince alumnos de un curso de macramé. Ahora somos todos más tele-algos, desde la tele-pizza hasta los tele-niños, pasando por los tele-padres. Nunca, como hasta ahora, he visto a tantas personas preocupadas de sí mismas y tan despreocupadas por lo que acontece fuera del portal de sus casas.



El espíritu de nuestro tiempo. Entelequias inasibles que sitúan los problemas allá donde no nos es dado llegar.

Hoy, estos días, una ola parece que está sacudiendo el mundo. Otro golpe, otros golpes, esta vez contra lo que parecía inamovible. Golpes en la calle. No sabemos si enterrarán ese patrullar hacia la esperanza como hicieron en su día en Irán, como recoge la imprescindible "Persépolis".






El bar "La Perla" desapareció hace mucho tiempo, algunos de aquellos jugadores también, otros siguen moviendo las piezas en otro antro, ajenos esta vez a ese otro televisor que va anunciando los cambios. Nadie sale corriendo a enterrar los libros y el carné del partido.

- Mate en dos, pringao.

13 comentarios:

MT dijo...

Es cierto, Walden, que vivimos más preocupados/as por nosotros/as mismos/as y en esta tónica se incluyen las indignaciones también: nos indigna lo que nos afecta, ya no nos subleva ni una crisis mundial, ni la precariedad laboral, ni el recorte salarial...y menos si es el de otro/a!.Así nos va!Besazo!

Anónimo dijo...

Te salvó el mate en dos, si no Paco Daza habría deslizado sus dedos subrepticiamente por detrás del reloj para ponerse algún minutillo de más... 0)

La chica de la farmacia dijo...

Coincido con MT. El daño comienza por el exterior, pero poco nos importa. Tenemos demasiado en nuestro interior como para preocuparnos por los otros. Y así nos va. Somos demasiado egoístas a veces.

Un besoabrazo por cada día de vacaciones. Te extrañé muchísimo, padrino.

la cocina de frabisa dijo...

Dicen que la vida es cíclica y todo va girando y volviendo a suceder.

Estamos vivos y lo que está pasando es buena muestra de ello.

Aunque confieso que el mundo musulmán me tiene un poco confusa....

besitos y buen día.

Walden dijo...

MT: Pues sí. Bien lo sabes.
Un beso.

Walden dijo...

Soool: ¡Espero que hayas disfrutado las vacaciones y vengas con las pilas cargaditas! Te eché de menos.

Un besoabrazo de regreso.

Walden dijo...

Fra: Me alegra ver a los pueblos salir a la calle a luchar por sus derechos, me preocupa cuando ves la deriva de algunas de esas luchas esperanzadoras, por ejemplo, en el caso de Irán, tras echar al Sha. como decía en el post, "Persépolis" o el ensayo "El perdedor radical" de Enzensberger, son altamente recomendables para tener cierta visión. También me gustaría que alguien me recomendara algún ensayo escrito por musulmanes respecto a este tema.
Un beso.

Walden dijo...

Anónimo: ¡¡Me has dejado con la duda de saber quien eres!! Alguien familiar imagino, porque exactamente eso solía hacerlo mucho Paco y algún otro.
"La Perla" es como el Club Pickwick y seguramente tendré que volver a ella más de una vez. Una pena que yo no tenga mucho de Charles.

Cada uno de esos personajes son dignos de incluirse en la historia menuda de esta ciudad.

Un saludo y sal del anonimato.

Anónimo dijo...

Perdona por el anonimato, soy Samuel, he comentado alguna vez pero hace ya tiempo, pensé que tampoco te diría nada el nombre. No nos conocemos en persona. Yo no llegué a ir a La Perla, pero cuando empecé a jugar torneíllos rápidos descubrí esta tendencia tan particular del entrañable Paco, no he conocido a nadie más que lo hiciese, era para partirse...
Seguro que tienes más de Charles de lo que crees, él también era un gran retratista psico-social (si existe el término). Un saludo.

Walden dijo...

jajaja, sí, tenía su gracia, excepto cuando intentaba hacerlo en torneos.

Gracias por el comentario Samuel.
Un abrazo.

La chica de la farmacia dijo...

¿On tas?

Te extraño...

MT dijo...

Yo también lo extraño, Chica de la Farmacia...Besos!

Anónimo dijo...

http://drkarencaraballo.blogspot.com/