martes, 29 de julio de 2008

Sara

Sara no sale a la calle. O sale, pero no allí donde puedan verla sus amigos. Se ve gorda y no tolera esa imagen de sí misma. De forma que, de alguna manera, piensa que los demás utilizarán ese mismo criterio. Unas gafas tipo "es gorda(que le den)/es delgada(¡qué güay!). Los trastornos de la imagen corporal se denominan así precisamente por eso, por la distorsión, por convertir a la imagen en el centro de su vida.
Hubo un tiempo en el que Sara era una gordita feliz. Igual que las de Gauguin en la Polinesia. En las islas Fiji el ideal estético era más cercano a esto que a la delgadez extrema, hasta que en 1995 se introdujo la televisión y los modelos femeninos triunfantes.
Sin embargo, un día Sara probó la manzana de la "dieta". Consiguió adelgazar, hizo una fotografía mental de su cuerpo y ya no volvió a tolerar ningún otro. En cuanto se saltó un poco su dieta abandonó la lucha y fue encerrándose paulatinamente, cambiándole el carácter y haciendo infructuosos los intentos familiares por ayudarla. O así o de ninguna otra manera.

Sara es simpática, tiene sentido del humor y sonríe de forma que te apetece hablar con ella. En algún momento de su vida disfrutó de esas cualidades y permitió a sus amigos que se sintieran bien con ella.

En las consultas vemos el gran parecido que tienen estos trastornos con los TOC (obsesivos compulsivos). Convierten en una obsesión algo que cuando se intenta razonar aparece claramente, incluso para la persona que lo sufre, lo irracional de su comportamiento. Hacemos mucha reestructuración cognitiva y Sara coge fuerzas, se siente con cierto ánimo de emprender otro camino diferente. Luego, la obsesión, que la espera en la esquina con su toga nebulosa, la envuelve de nuevo.
Soy optimista. Hace poco esquivó momentáneamente su abandono y acudió a una fiesta que organizaron sus amigos. Cuando llegó todos rompieron en aplausos. Algo querrá decir.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Sara, soy una antigua paciente de Juan. Durante un tiempo lo pasé muy mal por algo parecido a lo que te ocurre a ti. Me gustaría que tuvieras esperanza, pero sobre todo que te decidieras a actuar. A mí fue lo que más me gustó, porque hacer lo que ahora sé que fue lo correcto en mi caso, me costó mucho. Casi tuve que cerrar los ojos. O más bien, fue Juan el que me puso un antifaz -me lo puso de verdad- para enfrentarme a lo que tenía.
Ánimo.
Otra Sara.

Anónimo dijo...

Hola¡¡ soy sara, gracias por animarme, aunque creo que juan a mi mas que ponerme un antifaz me va a tener que poner una manta jajaja, pero weno espero salir de esto algun dia.GRACIAS¡
Sara.

Anónimo dijo...

Hola Sara, soy Edu. Yo no he padecido un problema como el tuyo, lo mio era mas obsesiones y eso. Pero segun Juan se parecen bastante asi que me imagino lo mal que lo pasaras. Yo ahora llevo un tiempo muy bien -toquemos madera-. Me ha hecho gracia lo de la manta porque yo le decia que me iba a tener que liar la manta a la cabeza pa poder salir. Creia que esto no iba a desaparecer hasta que me di cuenta que para que desapareciera tenia que practicar mas el manejo de los nervios que me daba cada vez que tenia que enfrentarme a una tarea. En fin. Estare atento a ver como sigue tu historia. Un beso mu fuerte.

Anónimo dijo...

Hola Edu, soy Sara¡ ahora parece que estoy "mejor", bueno me a venido una de esas luces que me vienen de vez en cuando jaja que me inspiran pa salir de esta mierda, pero como tu dices toco maderita jaja porque los fogonazos de luz me duran mas bien pokito, a si que ya veremos¡¡ bueno Edu muchas gracias por el comentario¡ espero que sigas igual de bien¡ un beso.
SARA.

Marta dijo...

Hola. Soy una madre sufridora de estos problemas. He llegado por casualidad a este blog y me he encontrado con tu historia. Soy profesora de secundaria y parecía que estaba todo el día peleándome, tanto en el instituto como en casa. Uf. Me gustaría mucho que cuando salgas de esto me dijeras qué es lo más te ha ayudado, para aplicárselo a mi niña. Ánimo y un saludo. Ah, cuida a tus padres, jaja.

Anónimo dijo...

Hola Marta, soy Sara, la verdad que no se si te podré ayudar porque no se como es tu hija y alomejor ella si se deja ayudar por vosotros, yo es que me e limitado a ir a mi bola sin que nadie se metiera en mis cosas, estaban mas o menos al corriente de que algo me pasaba, era evidente porque no salia, pero si te digo la verdad aun no se si saben lo que me pasa, nunca he hablado con mis padres del tema, un día que me decidí a pedir ayuda porque no podía mas y lo hice dejándole una notita en el bolso a mi madre o sea que aquí en mi casa es como si mi problema no existiera porque es lo que yo e querido. Y si te digo la verdad no se en que me apoyo para salir de esto, porque mas bien no se aun que estoy haciendo jaja se que para salir de esto hay que hacer lo que han dicho en un comentario anterior, ponerse el antifaz y tener fuerza de voluntad pero es difícil dar el paso. Si algún día salgo y hay algo que me haya ayudado así en especial ya te diré, espero que tu hija salga también de esto porque se lo que es. Anímala si se deja ¡ Suerte.
SARA.