lunes, 18 de agosto de 2008

Chocolate negro (2)




"E.", me manda este correo para que lo publique.




"Durante un tiempo estuve intentando comprender por qué hacía lo que hacía. Bueno, en realidad, sólo intentaba comprenderlo cuando me asaltaban los sentimientos de culpa, porque cuando estaba dándome el atracón parecía que estaba liberándome. Me arrellanaba en el sofá, sola, y me ponía a comer las tabletas lentamente. Otras veces comía galletas, pero casi siempre mis tabletitas. Veía la peli de turno y comía chocolate. Luego, en la cama, pensaba mil cosas. Inventaba conversaciones con la persona con la que me hubiera gustado estar. No eran conversaciones agradables, y eso que me las inventaba.


He estado anotando en las hojas que me entregaste para cuando me sintiera mal, una serie de cosas. Bueno, lo que hago y pienso en esos momentos. Llevo unos cuatro días haciéndolo porque al principio me acordaba ya tarde y no me apetecía, luego, como me diste tanta vara, todo hay que decirlo, comencé a escribirlo. Me doy cuenta de cómo empieza todo. Normalmente, creo que es algo entre el aburrimiento, la soledad, alguna frustración por algo que haya ocurrido con mis padres -vivo sola pero ellos están a la vuelta de la esquina-, o algo así. Pero cuando me pongo a comer las tabletas es como si me diera un premio. Un premio de consolación por lo mal que me trata la vida. Parece que diera todo por perdido y que, entonces, diera igual estar así o asá. Luego al leer lo escrito me doy cuenta de que hay un segundo momento en el que me siento aún peor. Es cuando fantaseo con esa persona y entonces quiero estar bien y me doy cuenta de que estoy peor físicamente, entre otras cosas por hacer lo que acabo de hacer, y me entran ganas... yo que sé.

El diagrama que me entregaste, en el que se ve lo que me pasa, al principio lo guardé en el bolso, pero ahora, tras anotar todo esto lo he estado mirando y es posible que realmente sea así, o que tenga algo que ver con la historia esa que me contaste. Ya veremos, ¿no?. En fin. Quiero dejar de estar así y, sobre todo, de hacer esto. Me comentaste que a otras personas les pasa lo mismo y que algunas de ellas lo han superado, y que algunas han quedado contigo en colaborar contigo en este blog. Ahora mismo no tengo muchas esperanzas, la verdad, aunque sí cierta ilusión. Al menos no he vuelto a comer tanto chocolate junto. Una tableta como mucho en total en estos días.


Bueno, un saludo. Nos vemos el próximo día."




6 comentarios:

Marta dijo...

Hola, soy Marta. E, al igual que Sara, lo que cuentas se parece bastante a cosas que hace mi hija. Me alegré bastante al ver que Sara parece estar mejor y espero que a ti también te vayan bien las cosas. Yo no logro llevar a mi niña al psicólogo. Le he pedido que lea el blog, por si le sirve de algo, pero me ha dicho que... bueno, mejor no digo lo que ha dicho. Está en un foro, pero los otros días entré y ahí son todos unos pesimistas de cuidado. No creo que le sirvan de mucha ayuda. Estoy un poco perdida.

Un saludo.
Juan, a ver si pones más música, que me gusta leer oyendo musiquilla.

Anónimo dijo...

Me encanta el chocolate y a veces me como una tableta entera. Lo tuyo (E) me parece una pasada, y digo yo que habrá mejores maneras de vencer eso que te pasa, aunque a mí no se me ocurre ninguna,jaja.

Bueno, yo tenía una depresión muy gorda y ahora estoy divina de la muerte, así que lo tuyo seguro que se arregla. anímate y no te tortures tanto, mujer.
un abraxiño.
Izauz.

Anónimo dijo...

Gracias Marta, gracias Izauz.
Ahora tengo mucha tarea por delante, en primer lugar entender mejor por qué hago lo que hago y desde ya, es lo que hemos acordado, aprender a controlar los impulsos. Bueno, como algún que otro plátano y a veces pico un poquito de chocolate, pero como sólo tengo una tableta...
Ya os contaré cómo me va. Si queréis me pasais vuestros correos, aunque Juan me ha pedido que haga un seguimiento en el blog.
Ahora estoy muy esperanzada. A ver qué ocurre.
Un abrazo, Elena.

Anónimo dijo...

Soy Elena de nuevo. Estoy muy contenta porque llevo más de una semana sin perder el control, estoy centrándome más en las cosas que creo que son importantes (lo que anotamos, ¿te acuerdas, Juan?). Todavía no me lo creo del todo pero por ahora va todo estupendamente.
Un beso fuerte a todos.
Por cierto me ha hecho mucha gracia tu último post.

Celia dijo...

Un dia me di cuenta que cuando tenia un dia duro, me premiaba con comida, algo especial para cenar, normalmente.
Mi psicologa me conto una teoria de porque lo hacia. y me di cambiar.
Lo que hice fue marcarme un objetivo semanl de algo que me costara hacer. (no consigo mantener ninguna rutina) y cuando semana lo conseguia me premiaba pero no con comida. Con otro tipo de cosas. Asi cuando tenia un dia duro y pensaba en premiarme era como saltarme las normas.

Esto salio de mi no de mi psicologa.
Las semanas que lo consigo me siento muy feliz.

Walden dijo...

Hola Celia, esa es sin duda una buena estrategia.

Un beso.